viernes, 31 de enero de 2014

Tic... Tac.



Tic tac, tic tac.

Escúchalo bien pequeña kamikaze, porque no es un reloj. Es tu cuenta atrás.
No te das cuenta de que el lastre que llevas son tus dramas y tus penas esperando dinamitar.
Querías ser protagonista de una vida plena, de sentimientos que te alcen y de emociones extremas, pero se te fue de las manos y sigues sin darte cuenta.
Despierta, joder, y levanta cabeza.
Que el mundo es negro, pero no a todas horas, y la vida se llena de mierda pero sólo de la que tú le permitas, así que cierra los brazos y no la recibas.
Espabila, despégate las sábanas y límpiate las lágrimas con ellas, que aquí el tiempo no es tu aliado, sino todo lo contrario, no te espera.
Qué mierda de papel te has tomado tú en la vida, qué te pensabas, ¿qué todos estarían a tu disposición para limpiarte las heridas? 
Vamos, niña, madura. Que aquí sin actitud todos te dan la espalda. Que los demás también tenemos problemas. No somos un servicio de urgencias para crías que se piensan que el mundo va contra ellas.
Y deja de excusarte, que yo también fui así, me escondía de todos como si fuera la presa y sacaba los dientes aunque sus intenciones fuesen buenas, para después desaparecer con la cola entre las patas y lamentarme en una esquina. 
¿Porque sabes? Al igual que tú, yo también era adicta a consumir melancolía. Pero lo asumí, joder, y me dejé ayudar. 
Así que déjate de llantos y lamentos, que si estás así es por tu propia voluntad. 

Tic... Tac.


Explotó, te avisé. Era tarde, pero no más que nunca. Te toca darle la bienvenida a la que ahora es dueña de tu vida. La depresión te da la mano a pesar de las advertencias. Pero es que te equivocaste, pequeña kamikaze, y ahora te toca vivir con las consecuencias de un personaje que creaste para vivir una vida, que en realidad no querías. Ahora conocerás a la esperanza mutilada, a la ilusión despedazada y a el cansancio crónico que te perseguirá noche y día. 
Así que te deseo suerte porque en su momento te negaste y no quisiste mi ayuda.  




4 comentarios:

  1. Sublime como siempre...
    Aceptamos tu reto, ¿aceptas tú el nuestro? Ya nos dices... ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Muchísimas gracias!
      Y por supuesto, pero añado un detalle como condición.
      Explicar el por qué de ese libro y citar alguna frase ¿bien?
      ¡Un saludo!

      Eliminar
  2. Me he metido en esta entrada por el gusto de leer algo tuyo. Lo que no sabía es que acabaría con la piel erizada, y viéndome reflejada en cada una de tus palabras. Depresión, malestar, tristeza, melancolía...Puede que no yo no esté pasando por esto (al menos no exactamente). Quizá lo mío sea muy distinto, aunque estos estados de ánimo son las consecuencias de lo que he sufrido, y sigo sufriendo. Lo cierto es que yo me atreví a pedir ayuda justo antes de explotar. El tic-tac sigue sonando, pero ahora ya no soy la única que lo escucha.
    Muy bueno el texto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si te soy sincera se nota en la sensibilidad con la que escribes, prácticamente de persona rota, que estás pasando por algo duro.
      Es triste, y realmente no me gusta, que nadie se identifique con relatos así, porque los que hemos pasado por ello sabemos de primera mano lo jodido que es.
      Espero que aquel que oiga el tic-tac te ayude a silenciarlo.
      Muchas gracias por tu comentario, de verdad.

      Eliminar

Archivo del blog