viernes, 31 de enero de 2014




Tal vez ese era el problema, que ya no temía nada, y por ello acariciaba sus muñecas con la palabra autolesión.
Yo, que tan solo soy una espectadora de las cicatrices que ella viste, de verdad quiero entenderlo, pero no asimilo qué es lo que uno puede odiar tanto de sí mismo para marcar algún duelo en su piel.
Me dijo que era una forma de torturarse, porque no se gustaba a ella misma, que así se sentía mejor, porque gracias a ello se liberaba de la culpabilidad de ser como era.
Como si eso tuviese elección.
Y me las enseñó.
Se retiró las pulseras y pude ver aquellas finas líneas, que aún estando cicatrizadas, para mí de ellas aún brotaban dolor.
Y lo imaginé.
La imaginé consumida en llanto, agarrando por primera vez aquella cuchilla y rasgando su piel con temor. Y la miré viéndola débil, frágil, y aunque puedan juzgarme, también inmadura.
Y mientras yo mantenía mi mirada fijada en la muñeca, ella comentaba que era una etapa de su vida, de la que no se arrepentía en el momento ni lo haría en el futuro, que ya se tatuaría, pero que era algo que debía pasar.
Lo trataba como un tema banal, y yo me quedé con que detrás de ese debía, se escondía un pequeño quiero que pase.
Y eso fue lo que más me asustó.
Quería ser herida. Y ya no tenía miedo, era indiferente, no importaba si el día de mañana sus caderas y muñecas lucieran marcas de guerras internas por complejos triviales que tuvo un día, quería sentir dolor, y eso me aterrorizaba.
Prometo que la incité a dejarlo, pero su respuesta fue como la de un fumador principiante, "lo tengo bajo control."
Y tras esas palabras se hizo el silencio, incómodo por su parte, frustrado por la mía.
Porque haga lo que haga, sé que las dos, tenemos la batalla perdida.

8 comentarios:

  1. Nadie tiene la batalla perdida hasta que decide dejar de luchar, incluso las pequeñas kamikazes, que bien saben que a veces las guerras ajenas duelen más que las propias. Que a veces la culpa viene sumada a la impotencia.
    Y las pequeñas kamikazes deberían saber que aunque suene el tic tac de fondo, nunca es tarde. Aunque suene a tópico, aunque las (mis) palabras sean inadecuadas, siempre se puede pelear, incluso si el daño ya está hecho, o las cicatrices ya trazadas.
    A veces debajo del orgullo están los "ayúdame". Y cada cual puede atender estas palabras si quieren.
    (Se que todo esto es inadecuado, pero no te sientas mal, eso es lo que quiero decir.)
    Me gustan tus estradas, aun cuando son así de tristes,
    Un abrazo.
    Greeny

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    1. Tú misma lo has dicho, hasta que uno decide dejar de luchar y yo he vuelto a la batalla a pesar de que decidí dejarla hace tiempo.
      Y nunca es tarde para una persona que tiene ganas de que no lo sea, pero para esta pequeña kamikaze el problema es que nunca es pronto.
      Y orgullo... Orgullo el que procuro enterrar cada vez que ofrezco mi ayuda y es devuelta con desprecios.
      No me siento mal por mí, porque esto lo estoy perdiendo desde quinto de primaria y uno ya se acostumbra a lo que le echen. Me siento mal por ella, porque sé que de mí no depende que ella vuelva a ser feliz.
      Yo en su momento pude tomar el mismo camino, porque también sentí sus mismos motivos y de la misma manera me sentí infeliz, y en cambio me forcé a evitar pensar de esa forma, entonces para mí siempre ha sido cuestión de "querer es poder", que es el mismo tópico de "siempre se puede pelear", por lo tanto me darás la razón, hasta que ella no decida luchar, yo lo único que puedo hacer es estar ahí. Y hasta que ese momento no ocurra, como he dicho, ambas tenemos la batalla perdida, porque lo que yo diga va a ser ignorado y lo que ella está haciendo en este momento le lleva a perder.
      Y muchas gracias, escribiré de todo, por supuesto y espero que pronto sean cosas un poco más alegres.
      Otro abrazo,
      Alibi :')

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  2. Aprovecho para responderte por aquí, aceptamos el reto con todas las condiciones del mundo mundial :)
    Gracias por compartir tus pensamientos a través de posts, son geniales!!!! Al igual que tú :*

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    1. ¡Muchas gracias!
      Y perfecto, yo la empecé ayer, ya tengo todos los colores, creo.
      Así que no creo que tarde mucho en subirla, de esta fin de semana no pasa, o eso espero.
      ¡Un abrazo!

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  3. ¡Hola! Acabo de descubrir tu blog y me gusta mucho. Ya me e suscrito. Espero que te puedas pasar por el mío: tusonrisamepierdesiempre.blogspot.com
    Una vez más, muy buen blog.


    Un beso,


    Jane, la administradora del blog Looking for Paradise.

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    1. ¡Bienvenida, Jane!
      Me alegro mucho de que te guste, y sobretodo de que me lo hagas saber, gracias por ello. Ya que llevo poco tiempo y me ilusiona mucho ver que lo que escribo gusta desde tan pronto.
      Ahora en cuanto pueda me paso,
      gracias de nuevo.
      Un abrazo.

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  4. 'Y ya no tenía miedo, era indiferente, no importaba si el día de mañana sus caderas y muñecas lucieran marcas de guerras internas por complejos triviales que tuvo un día, quería sentir dolor, y eso me aterrorizaba.'
    A mi me aterroriza, muchas veces por distintas circunstancias de mi vida he pensado en autolesionarme, pero nunca he sido capaz. Tenía miedo de mi misma, y es una sensación terrible.
    Escribes increíblemente bien, no dejes de hacerlo. Me gusta un montón tu blog. Y quería agradecerte el comentario que me dejaste, en serio, no tienes ni idea lo que valoro que alguien me lea y me aconseje aun sabiendo que no nos conocemos de nada. Por gente como tú todavía queda un ápice de esperanza en la humanidad, que es buena sin querer recibir nada a cambio. Muchísimas gracias, de verdad.
    Un beso enorme.

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    1. Debe ser muy duro temerse a uno mismo, pero sino llega a ser por ello esa frase que has destacado también te definiría y pf, mejor así.
      Jo, muchísimas gracias a ti, llevo mucho tiempo escribiendo y cada vez que me dicen que escribo bien, vaya, me hace súper feliz.
      Sobre lo otro, no tienes nada que agradecerme, no podía irme de tu blog sin intentar hacer cambiarte de opinión, así que no me supuso ningún esfuerzo porque era algo que sí o sí necesitaba hacer. Y lo seguiré haciendo, tengo amigas con los mismos problemas que tú y a las que sinceramente no he conseguido ayudar, así que de nuevo gracias, porque en ese sentido estoy un poco frustrada y tú no solo has aceptado mi opinión sino que también agradecido y vaya, es algo importante para mí.
      Si te soy sincera, he leído muchísimas veces tu comentario, me ha hecho sentir genial, así que aunque haya querido ayudarte sin recibir nada a cambio, de la misma manera, tú lo has hecho conmigo y muchas gracias por ello.
      Un abrazo muy fuerte, te seguiré leyendo.

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