martes, 25 de agosto de 2015

A falta de canción.



Hoy me apetece escribir porque sí, porque es tres de agosto y no encuentro ninguna canción tan desesperada como para acompañarme en esta noche de insomnio.
Hace mucho que no me entiendo con palabras, he empezado a recurrir a las miradas que traen brillo porque la luz es el único salvavidas que nos queda, al igual que las bengalas que se lanzan para pedir auxilio. He de decir que no hay tormentas lo suficiente fuertes como para tirarme las paredes encima. Este verano se llevan más los incendios y últimamente todo en mí arde.
Parece mentira que la niña callada por sus complejos siga siendo niña pero llena de rabia.
Rabia por haberse convertido en utopía creyéndose alguien que no es.
Hay oasis que encuentras y te dan la vida, mucho de ellos son sueños. Pero no sé hasta qué punto mi vida es sueño como dicta Calderón de la Barca o es la metafórica realidad a la que nunca se le acaban los puñetazos, cuchillos y puñales.
Solo sé que le gusta muchas veces disfrazarse de soledad y se entretiene amargando a la gente, sobre todo en noches de domingo.
Lo mejor es que a estas horas aparecen los miedos a golpear las paredes de la conciencia y hasta la inconsciencia se despierta ante tanto alboroto. Porque no se pueden dar mas vueltas en una cama de metro noventa sin marearse, y porque los párpados gritan como los gladiadores de 300 para intentar retener a sus enemigos; las lágrimas.
Es curioso cómo ahoga retener el llanto y lo ridículo que puede hacerte sentir asomarte después al espejo a buscar tu entereza.
Qué se puede hacer cuando te ves hundido aun sabiendo que mañana será otro día sino acostarte ahora agotado y con los dedos cruzados para no tener pesadillas.
Es increíble la vida, tan llena...  De todo. Capaz de enamorarte un día y de ganarse tu odio al siguiente. Qué bonita es a veces y qué amarga otras tantas.
Qué se puede decir sobre algo que te lleva de la mano hacia la muerte para que no te la pierdas.
No soy capaz de entender cómo este caos es puro equilibrio y por qué esto de vivir siempre tiene un antónimo esperándote a la vuelta de la esquina. 
Porque si ahora eres feliz llegará más tarde la desdicha y tras ella alcanzarás de nuevo la cima de la alegría para después volver a caer.
Todos dicen que "nadie dijo que vivir fuera fácil" yo ahora digo, que vivir no es difícil, que tan solo es cuestión de dejarse llevar. Lo jodidamente complicado es vivir sintiendo que algún día te arrepentirás de no haber vivido lo suficiente como para poder acabar siendo feliz.
porque la felicidad al fin y al cabo, es lo único que necesitamos para sentir que sabemos vivir, o al menos para quedarnos conformes con lo que hemos vivido.

2 comentarios:

  1. ¡Alibi! Cuánto cambio me encuentro y sin embargo, tu magia escribiendo sigue siendo la misma. Pensé que tardaría mucho en saber de ti y qué sorpresa la mía al leerte en mi blog. ¡Qué feliz me has hecho!
    Esta vez has sido tú quien se ha convertido en mi primera seguidora. Como bien dices, la vida es todo equilibrio. Vaya si lo es.
    Espero que todo te vaya bien; no mereces menos.
    Un abrazo muuy fuerte. ¡Nos leemos!

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  2. Alibi, preciosa... una vez más tus palabras me hacen sentirme gigante, sin serlo, y por ello las mías son tuyas también. Me siento muy, pero que muy halagada, y feliz de compartir mi relato contigo. Será un honor que lo tengas presente en el rincón que tú prefieras.
    Por cierto, ¡yo también quiero saber de ti!
    Te mando un abrazo gigante para alguien que sí lo es.

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